Cuando la gente me pregunta que porqué un Android en lugar de un iPhone, tiendo a ocultar una de las razones principales. Además de que me siento un poco menos "mainstream", la principal razón es que el móvil es intrínsecamente hackeable puesto que es nada más y nada menos que un Linux.
Hoy he tenido la oportunidad de jugar con él siguiendo un artículo que 80mundos compartió vía Google Reader. Así que después de sufrir un poco pensando en que el flasheo de la ROM había sido fatídico, mi G1 ha vuelto a la vida con una ROM muy maqueada. Además, he de sumar un par de aplicaciones curiosas como el escaner para códigos de barras y el tether de la conexión de datos del móvil vía WiFi o Bluetooth a cualquier otro dispositivo.
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