A raíz de leer en
Genbeta la noticia de la salida de la nueva versión de Linux Ubuntu 8.04 en apenas un mes, me plantee varios asuntos que tienen que ver con el uso de determinados sistemas operativos, aplicaciones, etc. desde un punto de vista sociológico:
+ La facilidad con la que las nuevas generaciones de internautas se han familiarizado con las tecnologías poco ha tenido que ver con el hecho de que sean mejores o peores. El chaval que utiliza el móvil tendrá más facilidad si este es más intuitivo, por ejemplo, que si las funciones vienen "escondidas" en combinaciones de teclas imprevisibles. En cuanto a los ordenadores, no veo justo creer que los nuevos usuarios, de apenas diez años de edad, son capaces de hacer un trabajo, buscar información en internet o hablar con sus amigos a través de un programa de mensajería instantánea debido a lo bueno o malo de los programas.
+ Es sin duda una cuestión de amplitud de miras, de capacidad de elección, de libertad de uso. Porque no hay que llevarse a engaño: nuestras capacidades para utilizar una herramienta u otra son directamente proporcionales a la formación que hemos recibido de la misma. ¿Cómo pretendemos utilizar un sistema operativo, por ejemplo Ubuntu Linux, si nadie nos ha formado convenientemente? ¿Durante cuanto tiempo más Micro$oft seguirá consiguiendo que pensemos que los editores de textos (nombre real de la aplicación) se llaman Word?
+ Hace tiempo que llevo escuchando noticias muy positivas acerca de la implantación y uso de sistemas operativos de libre distribución y código abierto (sistemas linux, por ejemplo) en distintas administraciones públicas europeas, concretamente en la Gendarmería y Asamblea nacional francesa y en el Ministerio de Trabajo alemán. Las razones son muchas a favor y pocas en contra, aunque el lobby del gigante informático nos haya hecho creer que Internet lo han creado ellos. Los sistemas de código abierto son completamente personalizables, son modificables a medida, y de manera fácil y sencilla. Eso sí, te hace falta un equipo de IT que te garantice profesionalidad, y de esos hay muchos en todos los países. Por otro lado, dejas de depender directamente de una empresa externa y pasas a depender de tí mismo, a coste reducido. La ventaja económica sólo llegaría ahora, aunque la suma ahorrada sea en ocasiones sustanciosa dependiendo del parque informático a sustituir. Y en contra, por supuesto, siempre aparece el miedo a la tecnología extraña, la que es distinta, la que no es la oficial...
+ Por eso me plantee que ocurriría si juntáramos a un grupo de chavales de entre 10 y 12 años en una clase de "Iniciación a la informática" en la que trabajáramos con un sistema operativo distinto de Windows desde cero. Su primera pantalla sería el login de Ubuntu, luego vendrían los tipos de escritorios, aplicaciones, estructura de directorios, etc, etc... Por último se daría una clase sobre "otros sistemas operativos", en los que se hablaría de Mac OS X y de Windows.. ¿Que percepción del mundo tendrían estos chicos al ver que en un porcentaje exagerado por la incultura digital, las sociedades informatizadas eligen Windows porque no pueden elegir otra cosa, porque no saben que hay "otras cosas", alternativas al fin y al cabo?
La idea está ahí aunque se que está un poco chapucero. Llevo unos días muy largos y hoy tampoco va a ser el día de dormir un poco más. En fin.. ;-)