martes, abril 15, 2008
Una tarde de domingo, después de una noche de salsa hasta alta horas de la mañana. Un mensaje decidido mostrando las cartas, dejándote vendido. Una invitación al cine sustituida por charlas con batido y caña. Nervios, risas, suspiros... No llega el momento, ¡vamos!
Un último paseo hacia la parada de metro. Nos despedimos. Un beso en la mejilla derecha. Una pausa frente a frente, cara a cara, nariz con nariz. Nos besamos.
Una tímida lluvia cae durante un rato. Nosotros, congelados, seguimos pegados.
Pegados.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Piruletaaaa...
suena a corto de paris je t'aime...
:-)
...que rápido te has olvidado de la OPEP..... :D
Que bonito es el amor....jijiji
Y mas con unas gotitas de lluvia..
Saludillos
Esther
Publicar un comentario