El violín

Hace un mesecito que quería ver la película que un amigo me prestó antes de marchar para Mexico. Formaba parte de la preparación necesaria como observador internacional de derechos humanos en las comunidades indígenas de Chiapas, Mexico. Se llama "El violín" y denuncia la situación de las comunidades mexicanas ante el ejercito gubernamental apoyándose en la relación entre un viejo y su violín y el jefe militar. Impresiona, y bastante.

Tras ver el alcance mediático de la pequeña Madeleine y de la situación actual en Myanmar (antigua Birmania), uno cabe preguntarse de nuevo por las minorías, o en este caso, por los olvidados. El niño canario de siete años, Jeremy que no ha tenido la suerte de contar con todo el peso mediático. Tampoco lo tiene por ejemplo la situación del pueblo saharaui, abandonado por España y que 30 años después sigue exiliado en los campos de refugiados. Tampoco las comunidades indígenas de campesinos que sólo desean vivir en paz, cultivar sus tierras y no pertenecer a este mundo.

Dos son las conclusiones que tomo: el gran poder mediático y su capacidad para darnos a conocer la cruda realidad del mundo en el que vivimos. O para envenenarnos...

Tristes cantaban los jilgeros y sensontles
y demás aves que gorgeaban por la sierra
tienen razón y tienen grande sentimiento
porque les faltan esos señores hidalgos.
En las montañas ellos andaban luchando
por los derechos que el gobierno les negaba
con cientos de hombres y mujeres a su lado
de tantos pueblos por el tiempo olvidados.
Esos hidalgos eran hombres de importancia
que sus honores resonaban por doquiera,
ellos bajaron a obedecer un llamado
por la justicia y ya no volvieron a su tiera.

Extraído de "El violín"