lunes, marzo 21, 2005

Sobre sietepicos y niños de la guerra

Bueno, bueno, esto de escribir desde TID es novedad..no hago mis blogdeberes desde casa!

Quien me hubiera dicho el viernes al recolectar todo el material necesario pa la excur los paisajes, vistas y aventurillas que íbamos a correr la pandilla sietepicosina: el sherpa (alias David), el ruso come-Kebap (alias Rubén), la de GreenVilla (alias Vanesa), la carpintera (alias Cristina), la yonqui (alias Marta) y finalmente la cabra montesa-francesa (un servidor). Vaya pandilla!

De primeras, cogemos el primer tren hacia la sierra. Y todos el mismo.. Y sin perdernos. Juro no haber sentido en mis carnes con anterioridad esta sensación de la sincronización. Después del buffet libre en el cercanías por cortesía de Rubs&Vane apareció en escena el séptimo pico: el revisor. Gaël con su B3 y su inteligencia habitual no decidieron sacarse las dos zonas restantes hasta Cercedilla-Cotos. Como multa y agraciadamente, lord revisor me multó con 6.60€ + apercibimiento moral.

Llegamos a Cercedilla y allí cambiamos de tren. Camino de Cotos, más y más derivados de chocolate entran en nuestros organismos justificación la necesidad energética. Gran excusa!
Bajamos. Gafas, crema, pis y caca y comienza la aventura. Subimos al puerto de Navacerrada por un camino que me es especialmente conocido. La infancia vaga por el inconsciente. Una vez arriba y tras explicaciones didacticas del sherpa que cualquier semi-iniciado al montañismo conocería, allá vamos, en un periplo sin fín y nunca antes llevado a cabo.

Empieza lo que llamaríamos travesía por la nive en busca de los siete picos. Llegamos hasta arriba del remonte y allí me encuentro con una BTS de MoviStar (ahhh esa deformación profesional maldita); Foto!. Poco a poco vamos siendo conscientes de que los guetres son una pieza clave para no calarse. La nieve está blanda y los pasos se hunden de 20 a 90 cm. Qué pasada!

Y que risa! Hasta llegar al primer pico, la travesía se hace especialmente dura ya que el camino no regala mucha belleza. Es un ascenso entre bosque abierto "hito a hito" en el que compartimos bromas, delirios, caidas y ánimos. Poco a poco las señoritas van notando la humedad en sus....botas (jaja!). Los mejores dotados (digo protegidos!) vamos abriendo el camino para que me inunden lo menos posible.

Y llegamos al primero de los sietes picos. Que chulada...! Es una roca granítica erosionada por el viento y la nieve a 2137 metros de altura, la mayor de las siete. La escalada de la roca tb se hace una odisea, sobre todo para Vane. Pero vale tanto la pena la vista que se alcanza que pronto estamos todos brindando con un Cava traído por el sherpa. Son las 13.30 y la expedición está hambrienta. fortunadamente traemos comida y no practicaremos canibalismos varios. Botas
fuera, es hora del secado. Después de comidos reiniciamos el viaje en busca de los seis picos restantes. Y vamos llegando uno a uno a todos ellos. Subimos el cuarto a petición de la cabra
montesa-francesa y entre el tercero y el cuarto empezamos una guerra de nieve que duraría no menos de 25 min. Que gozada! Nunca antes he tenido tanta nieve que tirar! Excelente terapia anti-stress!
Entre el quinto y sexto pico cruzamos por un paso con una pendiente del 40% muy chula (así un 40% no parece nada pero in-situ caquita!). Hay fotos! El último pico tambien lo subimos. Ya eran las 17.30 y todavía nos quedaba bajar a Cercedilla pie.

El primer tramo vuelve a ser bosque con hitos. El sherpa se hiere y la cabra también. Pero nada grave. La tarde va convirtiendose en noche. Acabamos el primer tramo de la bajada en una llanura con una fuente. Revituallamiento. Decidimos bajar por el camino más rápido, un sendero a través del monte + tramo de carretera de 4/5 km hasta la estación. Se nos hace de noche y vemos las piedras porque son blancas. La yonqui necesita su droga y maldice al camino. El
ruso-kebap reparte frutos secos a doquier. La carpintera entre tanto árbol tiene visiones. No se ve nada. Encendemos las linternas para guiarnos un poco más. Estamos a punto de llegar a la carretera. Vemos un par de terneros. Ya llegamos!

Carretera abajo, empezamos a canturrear algunos, a maldecir otros, a caminar el resto. El camino se hace más pesado. El asfalto al lado de la nieve tiene esa propiedad. Poco a poco vamos entrando en el pueblo,que a esa hora y en ese día era interminable.

Cuando llegamos a la estación desplegamos todo nuestro arsenal en el suelo. Botas, calcetines, cansancios, etc. Calor, calor.. El sherpa y yo nos ahorramos 2€ con chanchulleo cuasi-legal en la compra de billetes. Nuestro cercanias viene y dentro está el séptimo pico: el revisor. Maldición. De nuevo su gracia. Estará contento? Al llegar a nuestro sitio le entregamos los billetes y... se equivoca, me echa la bronca por haberme gastado 1.15€ de más sin darse cuenta de que le estábamos engañando vilmente...jejeje que malignos somosssss!

De vuelta, cansados, los jovenes pollos y pollitas descansan en sus asientos del cercanías... Yo por mi parte acabo la noche a las 5.30 después de irme a tomar algo con Chus&Raul&Charlie&Angel&AlmejilasCalientes..

Ayer domingo de brisca, juegos en el templo de debod y cine potente con Miguel&Ramon&Ñak: Las tortugas también vuelan. Recomendable pero dura, muy dura.

No calla tu boca. A currar..

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