Tras unos días en los que he estado dándole vueltas al papel de las empresas extranjeras que crean infraestructura en los países en vías de desarrollo (me refiero a los más pobres, no a los que tienen consolidados sectores industriales que pueden plantearse dichos proyecto), una conversación extra-master ha hecho replantearme las cosas.
Si bien no soy un gran experto ni mucho menos historiador, en España el sector de las telecomunicaciones fue un monopolio del Estado hasta hace bien poco (1997), en el que Telefónica se privatizó (por cierto, beneficiando a un gran número de dirigentes y altos cargos del momento - gobierno aznar). A lo que iba, que el desarrollo de infraestructura y el despliegue de los sistemas básicos de comunicación (como las líneas telefónica y sus respectivas centrales) se hizo con dinero público, inversiones públicas. Vamos, que no vino nadie a meter las narices y a sacar beneficio de nuestras necesidades. Probablemente nos tuvimos que formar a manos de británicos, franceses y alemanes. Probablemente hicimos negocios con sus empresas de fabricación de tecnología, pero el despliegue de las infraestructuras se hizo de manera interna.
Y hablo de infraestructura de comunicaciones (y sólo he nombrado la anticuada telefonía fija que hoy en día se REGALA) pero podría estar hablando del sector energético, transportes, energía, etc. Todos esos sectores han sido tradicionalmente financiados con dinero público porque pertenencen al conjunto mínimo de necesidades secundarias que toda persona tiene derecho a ser suministrada por el Estado para el que trabaja.
Necesito investigar un poco más sobre los procesos actuales que se están dando en los países en desarrollo, porque me da a mi que difieren bastante de los que, por ejemplo, España disfruto para su desarrollo. De momento, aquí hay un artículo que leer.
Y que mejor que este congreso de "Ciudadanía y políticas públicas en ciencia y tecnología", que se celebra en Madrid, entre el 5 y el 8 de febrero.
1 comentario:
En el caso de las telecos, es misión de la CMT. Que debería ser independiente y favorecer la libre competencia, y no el deterioro de la dominante.
Lo que Telefónica (y todas las dominantes) quiere es tirar los precios al suelo totalmente, y barrer a la competencia. Pero es la CMT la que se lo impide. Pero debería ser más eficiente en ello, ya que beneficiaría al libre mercado y con ello a los usuarios. Mercado, mercado...
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